Desde nuestra apertura en 2003 son innumerables las parejas que han decido celebrar en este edificio singular e histórico su enlace de boda. La terraza ajardinada rodeada de un estanque alimentado por el agua del molino es un marco único para celebrar el cocktail de bienvenida y los reportajes fotográficos.
Disponemos de un comedor muy acogedor envuelto en un museo etnográfico con piezas únicas de nuestro legado cultural y tradicional y cómo no el molino de maíz a pleno rendimiento.
En 2007 diseñamos y creamos un espacio diáfano y acristalado con capacidad para 200 comensales donde se ofician las ceremonias civiles. Un espacio cubierto protegido del frío y del calor, contiguo a nuestro jardín y perfecto para enlaces civiles.
El colofón final se desarrolla en nuestra pérgola, espacio único para rematar un día perfecto, la música sonará hasta que los novios deseen. En él se ubicara el candy bar, el fotomatón, la recena o lo que los novios precisen para ese día.
Además ofrecemos exclusividad en las bodas ya que solo celebramos una boda al día lo que ayuda a crear un ambiente íntimo entre familia y amigos, sin prisas de tener que abandonar el local en lo mejor de la fiesta.